Por: Montse Huerta.
La edición 91 de la Academia fue una premiación de muchas primeras veces en la que abundaban películas de calidad, películas ponderosas sobre racismo y minorías que tenían todo para ganar; pero que se quedaron a poco de lograrlo gracias a que el final de la película lo eligió Hollywood al premiar a Green Book como “Película del Año”, una cinta sobre tensiones raciales desde el punto de vista blanco.
Y es que ninguno de los presentes olvidara la reacción del director Spike Lee cuando se anunció a Green Book como “Película del Año. El polémico director, cuya cinta también competía en esa categoría, y que unos minutos antes había subido a recibir el premio a “Mejor Guion Adaptado” por Blackkklansman, se levantó de su asiento visiblemente molesto y amenazó con abandonar el auditorio Dolby. Minutos más tarde en la sala de prensa, Lee dijo haberse sentido “como si estuviera en la cancha de los Knicks y el árbitro se hubiera equivocado”.
En general, se puede decir que la premiación fue una de las más diversas de la historia ya que un total de siete afroamericanos recogieron premios, mientras que quince mujeres hicieron lo propio, varias de ellas en primeras categorías, un record histórico. Y por quinta vez en seis años un mexicano sube a recoger el Oscar a “Mejor Dirección”. Histórico también fue el hecho de que Roma haya sido nominada a “Mejor Película” al igual que su protagonista, Yalitza Aparicio, quien competía en la terna de “Mejor Actriz”.
Y es justo el triunfo de la cinta de Alfonso Cuarón como “Mejor Película Extranjera” que generó el debate entre algunos ya que el español no es una lengua tan extranjera en Estados Unidos, país número cuatro en el mundo con más hispanoparlantes, y la segunda lengua más hablada, en ese país. De acuerdo con las reglas publicadas por la Academia, una película en un idioma extranjero se define como “una película de largometraje producida fuera de los Estados Unidos con una vía de dialogo predominante no inglesa”.
Roma, la personalísima obra de Alfonso Cuarón, seguramente será la película que se recordará este año. “Lo mas gratificante es la conversación sobre racismo que ha generado en México”, dijo su director, quien fue el gran triunfador individual con tres Oscars en la mano.
Sin presentador ni guión, la ceremonia duro tan sólo 3 horas y 19 minutos, la más corta del ultimo lustro. No hubo chispa en los presentadores que salían a entregar premios o introducir a otros candidatos, con excepción de la participación de Tina Fey, Amy Poehler y Maya Rudolph, tres maestras de la comedia con la que si hubo un arranque de picardía. Y que decir de la interpretación de Lady Gaga y Bradley Cooper, uno de los momentos mas destacados de la noche.
La premiación ha cambiado y la diversidad fue la ganadora de la noche, aunque el final de esta película lo eligió Hollywood.
